Cómo almacenar la leche materna después de extraerla
El almacenamiento de la leche materna puede ser un poco complicado, especialmente con todas las opciones y pautas específicas para garantizar que la leche se mantenga segura y nutritiva para su bebé. Aquí encontrará una guía completa sobre cómo almacenar la leche materna de manera segura y eficaz, que abarca todo, desde los métodos de almacenamiento hasta las técnicas de descongelación. Con el enfoque de almacenamiento adecuado, puede hacer que su experiencia de lactancia materna sea más sencilla y cómoda.
¿Cuál es el mejor método para almacenar leche materna?
La elección del recipiente adecuado para almacenar la leche materna depende de factores como la duración de la conservación, la comodidad y el espacio disponible. A continuación, se indican algunas opciones de uso común:
1. Bolsas para almacenar leche materna
Las bolsas para almacenar leche materna son una opción popular para muchas mamás porque son livianas, ahorran espacio y están diseñadas específicamente para la leche materna. También están preesterilizadas, lo que las convierte en una opción conveniente para almacenar leche en el congelador. Busque bolsas con cierres de doble sellado para evitar fugas y un diseño plano para apilarlas fácilmente. Marcas como MomMed ofrecen bolsas de almacenamiento duraderas y fáciles de etiquetar que son ideales para las mamás que planean congelar la leche materna.
2. Recipientes de vidrio o plástico
Para las mamás que prefieren opciones reutilizables, los recipientes de vidrio o de plástico sin BPA pueden ser una opción sólida. El vidrio es especialmente bueno para el almacenamiento a largo plazo, ya que no retiene olores ni manchas y conserva bien los nutrientes. Solo asegúrese de dejar un poco de espacio en la parte superior del recipiente para permitir la expansión de la leche cuando se congele. Los recipientes de plástico son una alternativa liviana y también son reutilizables, lo que los convierte en una opción económica.
3. Biberones para extractores de leche
Algunos extractores de leche vienen con biberones diseñados específicamente para almacenar leche. Estos biberones son prácticos, especialmente si planeas almacenar leche en el refrigerador para usarla de inmediato. Sin embargo, ocupan más espacio en el congelador que las bolsas de almacenamiento, por lo que son más adecuados para el almacenamiento a corto plazo o el uso diario.
Cómo almacenar la leche materna
La manipulación y el almacenamiento adecuados de la leche materna pueden ayudar a preservar su calidad y valor nutricional.
1. Antes de extraer o manipular la leche materna: lávese las manos
Es fundamental tener las manos limpias al manipular la leche materna, ya que esto minimiza la posibilidad de introducir bacterias en la leche. Asegúrese de que las piezas del extractor de leche también estén limpias y secas antes de cada uso.
2. Etiquetado y datación
Etiqueta cada bolsa o recipiente de almacenamiento con la fecha en que extrajiste la leche. Esto te ayudará a llevar un registro de la frescura y te asegurará que uses primero la leche más antigua. Si tu hijo está en la guardería, también puedes agregar el nombre de tu hijo a cada etiqueta para identificarlo fácilmente.
3. Almacenamiento a temperatura ambiente
La leche recién extraída se puede conservar de forma segura a temperatura ambiente (77 °F o 25 °C) durante un máximo de 4 horas. Sin embargo, si la habitación está especialmente cálida, es más seguro guardar la leche en una bolsa térmica con paquetes de hielo si no se refrigerará en un par de horas.
4. Almacenamiento en el refrigerador
En el refrigerador, la leche materna se puede conservar hasta 4 días a una temperatura de aproximadamente 4 °C (39 °F). Para obtener mejores resultados, coloque los envases de leche en la parte posterior del refrigerador, donde hace más frío, en lugar de en la puerta, donde la temperatura puede fluctuar.
5. Almacenamiento en el congelador
Si no va a utilizar la leche en unos días, la mejor manera de garantizar su frescura es congelarla. La leche materna se puede conservar en un congelador normal durante un máximo de 6 meses o en un congelador profundo durante un máximo de 12 meses a 0 °F (-18 °C). Recuerde etiquetar cada bolsa o recipiente con la fecha para controlar su frescura.
¿Cuánto dura la leche materna?
¿Te preguntas cuánto tiempo puedes conservar de forma segura la leche materna? La respuesta depende de dónde y cómo se conserve. Si sigues estas pautas generales, podrás garantizar que la leche de tu bebé se mantenga fresca y segura.
1. Leche recién extraída
- Temperatura ambiente: la leche materna recién extraída puede permanecer a temperatura ambiente (hasta 77 °F o 25 °C) durante hasta seis horas. Sin embargo, si la habitación está cálida, es mejor usar o almacenar la leche dentro de las cuatro horas siguientes para mantenerla lo más fresca posible.
- Nevera térmica: si estás de viaje, una nevera térmica con paquetes de hielo puede mantener la leche materna recién extraída segura por hasta 24 horas. Esta es una opción conveniente si estás lejos de casa pero aun así quieres almacenar tu leche de manera segura.
- Refrigerador: La leche recién extraída se puede almacenar en la parte trasera del refrigerador, donde está más fría y se ve menos afectada por los cambios de temperatura al abrir la puerta. Se puede conservar allí hasta cuatro días. Para una frescura óptima, trate de usar o congelar la leche dentro de los tres días.
- Congelador: para almacenar la leche a largo plazo, colóquela en la parte trasera del congelador (a una temperatura de 0 °F o inferior) durante un máximo de seis meses, aunque puede durar de forma segura hasta 12 meses en un congelador profundo (a una temperatura de -4 °F o inferior). Para obtener la mejor calidad, intente utilizar la leche congelada en un plazo de seis meses. También es útil probar primero una pequeña cantidad, ya que algunas leches pueden desarrollar un sabor ligeramente jabonoso o agrio después de congelarse debido a una enzima llamada lipasa, aunque esta leche sigue siendo segura para la mayoría de los bebés.
- Consejo: Evite llenar los recipientes de almacenamiento hasta el tope, ya que la leche materna se expande cuando se congela.
2. Leche previamente congelada y descongelada
Una vez descongelada la leche materna en el refrigerador, debe consumirse en un plazo de 24 horas. Recuerde no volver a congelarla, ya que esto puede afectar su sabor y calidad nutricional.
3. Leche sobrante después de una toma
Si queda leche en el biberón después de una toma, utilícela en un plazo de dos horas. Durante la toma, las bacterias de la boca del bebé pueden entrar en la leche, lo que hace que se eche a perder más rápido. Si no tiene previsto utilizarla en ese plazo, es mejor desecharla para garantizar su seguridad.
4. ¿Qué pasa si se corta la electricidad?
Un corte de energía puede hacer que te preguntes si toda esa leche almacenada todavía es segura. Aquí tienes algunos consejos:- Si no abre el congelador: si el congelador permanece cerrado y lleno, la leche materna puede permanecer lo suficientemente fría hasta 48 horas. En un congelador medio lleno, la leche generalmente se mantendrá segura durante aproximadamente 24 horas.
- Cuando vuelva la electricidad: Una vez que vuelva la electricidad, controle la leche: si ve cristales de hielo, es seguro volver a congelarla. Si la leche se ha descongelado pero todavía está fría, puede guardarla en el refrigerador y usarla dentro de las 24 horas. La leche que se sienta tibia o que ya no esté fría debe desecharse para evitar cualquier riesgo.
Cómo descongelar y calentar la leche materna
Descongelar y calentar adecuadamente la leche materna conserva los nutrientes y garantiza que sea segura para su bebé.
1. Baño de agua tibia
La forma más sencilla de calentar la leche materna es colocar la bolsa o el biberón sellados en un recipiente con agua tibia (no caliente) durante unos minutos. Este método de calentamiento suave ayuda a conservar las propiedades beneficiosas de la leche sin sobrecalentarla.
2. Calentador de biberones
Un calienta biberones puede hacer que el proceso sea más rápido y sencillo. Muchos calienta biberones tienen configuraciones específicas para la leche materna, lo que permite calentarla a una temperatura segura sin correr el riesgo de perder nutrientes. Un producto como el calienta biberones MomMed puede ser una herramienta útil, ya que garantiza un calentamiento uniforme, especialmente cuando tienes una agenda apretada.
3. Evitar el microondas
No se recomiendan los microondas para calentar la leche materna, ya que pueden crear puntos calientes que podrían quemar la boca del bebé y provocar la degradación de los nutrientes. Además, el calentamiento por microondas puede afectar la composición de la leche, por lo que es mejor utilizar métodos más seguros.
Cómo saber si la leche materna está en mal estado
Incluso si se almacena correctamente, es importante saber cómo comprobar si la leche materna sigue estando fresca y es segura para el bebé. A continuación, se indican algunas formas sencillas de determinar si la leche materna se ha estropeado:
1. Prueba del olfato: la primera pista
Después de haber almacenado la leche materna durante un tiempo, huélela rápidamente antes de dársela a su bebé. La leche materna fresca suele tener un aroma dulce, cremoso o suave a jabón. Sin embargo, si huele agrio o rancio, es una señal de que la leche podría haberse echado a perder y probablemente deba desecharse.
Nota: Algunas madres dan leche con un alto contenido de lipasa, que puede desarrollar un olor ligeramente agrio o jabonoso incluso cuando es perfectamente seguro beberla. Si sabes que tu leche tiene un alto contenido de lipasa, este olor agrio no significa necesariamente que esté en mal estado.
2. Observa la apariencia
La leche materna fresca puede variar de color, pero por lo general es blanca, amarilla clara, crema o de un tono blanco azulado. Después del almacenamiento, la leche materna se separa naturalmente en capas, con una capa más acuosa en la parte inferior y una capa más cremosa en la parte superior. ¡Esto es normal!
- Hazlo girar: si haces girar suavemente el recipiente y la leche se vuelve a mezclar, generalmente es seguro.
- Separación que no se mezcla: si la leche permanece separada incluso después de agitarla o tiene grumos inusuales, esto puede indicar que está deteriorada.
3. Prueba de sabor (opcional)
Si no está seguro, probar una pequeña cantidad de leche puede ayudarlo a decidir. La leche fresca debe tener un sabor ligeramente dulce o suave. Si tiene un sabor agrio o rancio, es probable que esté en mal estado. Sin embargo, tenga en cuenta lo siguiente:
- Leche con alto contenido de lipasa: si su leche tiene un alto contenido de lipasa y ha sido congelada, puede tener un sabor ligeramente "raro" o jabonoso, lo que a veces puede confundirse con leche en mal estado. La leche con alto contenido de lipasa puede seguir siendo segura, pero si el sabor es claramente diferente al habitual, puede ser el momento de desecharla.
Conclusión
Almacenar la leche materna no tiene por qué ser un desafío: con la información correcta, puede asegurarse de que su leche se mantenga segura y nutritiva, sin importar cuánto tiempo la almacene. Ya sea que use bolsas de almacenamiento convenientes , recipientes reutilizables o un calentador de biberones para calentar rápidamente, tener una rutina de almacenamiento sólida hará que su proceso de alimentación sea mucho más fácil. Si sigue estos pasos, puede estar segura de que cada biberón de leche que prepare es seguro y saludable para su pequeño. ¡Disfrute cada momento de este momento especial con su bebé, sabiendo que le está dando lo mejor!
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