¿Se siente cansada durante la lactancia? Seis consejos para afrontar las primeras etapas de la lactancia
La lactancia materna es una experiencia maravillosa y le proporciona a tu bebé todo lo que necesita para crecer y desarrollarse. La leche materna es, sin duda, un alimento perfecto. Dicho esto, la lactancia materna puede resultar agotadora porque cada vez que alimentas a tu hijo, pierdes muchos líquidos. Sin embargo, cuando se trata del agotamiento por lactancia materna, los remedios son muy simples, por lo que puedes volver a sentirte mucho menos cansada de inmediato si sigues algunos consejos sencillos. A continuación, se presentan seis de ellos.
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1. Aumente su consumo calórico
Sí, se necesitan calorías adicionales para producir suficiente leche materna para que tu bebé crezca. Por eso, necesitas agregar un mínimo de 500 calorías por día a tu dieta. En otras palabras, este no es el momento de tu vida para concentrarte en perder peso. En cambio, concéntrate en comer lo suficiente para producir las calorías necesarias para producir esa cantidad de leche materna.
Algunos expertos recomiendan que se necesitan hasta 800 calorías adicionales, pero cada madre es diferente, así que consulta con tu médico y sigue siempre ese consejo. Sea cual sea el número final, ten en cuenta que, efectivamente, necesitas calorías adicionales para producir la leche que necesita tu bebé.
2. Beba mucho líquido
La fatiga posparto es algo real, pero no tiene por qué durar mucho tiempo. La fatiga siempre es parte de la vida de una madre primeriza al principio, pero si comes lo suficiente y bebes suficientes líquidos, te ayudará mucho. ¿Recuerdas la vieja recomendación de ocho vasos de agua al día? Es una buena recomendación a seguir, pero también debes asegurarte de beber bebidas saludables, como agua o jugo sin azúcar.
Además, ten en cuenta que nunca debes beber nada que contenga cafeína, ya que esta es un estimulante. También se ha demostrado que la cafeína deshidrata el cuerpo, y la deshidratación automáticamente empeora mucho la fatiga.
3. Cuida los alimentos que consumes
Añadir calorías a tu dieta es importante, pero es más importante elegir los alimentos adecuados cuando tengas hambre. Es una buena idea hacer tres comidas al día más uno o dos tentempiés. Cuando tengas hambre y quieras comer, asegúrate de que no sea comida basura o alimentos con alto contenido de azúcar. En su lugar, intenta comer alimentos como yogur, avena y té verde, además de frutas, verduras y muchos alimentos ricos en proteínas.
Los alimentos ricos en proteínas son buenos porque tienden a hacer que te sientas más llena por más tiempo y te dan la energía adicional que necesitas cuando amamantas. De hecho, muchos obstetras y ginecólogos recomiendan que las mujeres que amamantan coman de la misma manera que lo hacían cuando estaban embarazadas.
4. Considere extraerse leche al menos ocasionalmente
Algunas madres que amamantan se preguntan: ¿Extraer leche te cansa? La respuesta es sí, puede ser así. No solo los líquidos salen más rápido de lo que suelen hacerlo cuando estás amamantando, sino que la acción de extraer leche en sí puede cansarte, especialmente si usas un extractor de leche manual. Si eliges usar un extractor de leche eléctrico, puede ser de gran ayuda y, si bien pueden ser costosos, pueden ahorrarte energía a largo plazo.
Cuando pierdes líquidos de esta manera, es probable que te sientas cansada, por eso es tan importante ingerir calorías adicionales y beber más líquidos todos los días. Por supuesto, otra gran ventaja de la extracción de leche es que tu pareja puede ayudarte con una o más de esas tomas nocturnas, lo que significa que puedes dormir un poco más.
5. Duerma un poco más cuando pueda
¿Te has reído con este consejo? ¡No te culpamos! La verdad es que todas las madres de recién nacidos están cansadas, por lo que esto no debería ser una preocupación cuando te sucede a ti. Sin embargo, el dicho "dormir cuando el bebé duerme" es un excelente consejo. Naturalmente, es posible que no puedas hacerlo si no es tu primer hijo, pero si lo es, es un buen momento para ignorar las tareas del hogar y tomar una siesta cuando el bebé haga lo mismo.
Puede que pienses que estas breves siestas no te hacen ningún bien, pero sí lo hacen. Dormir la siesta cuando el bebé duerme es una excelente manera de obtener el sueño adicional que necesitas para sentirte al menos un poco mejor durante el día.
6. Intenta hacer ejercicio regularmente
Si tomaste muchas clases de cardio antes de tener a tu bebé, es posible que no puedas retomarlas de inmediato, pero si intentas meditar, hacer yoga o simplemente dar un paseo por la cuadra, te puede hacer mucho bien. Te aclarará la mente y te ayudará a sentirte mejor tanto física como emocionalmente. También puede ayudar a aumentar tus niveles de energía para que no te sientas tan cansada.
Tenga en cuenta que deberá obtener la aprobación de su médico antes de comenzar a hacer ejercicio nuevamente, independientemente del tipo de parto que haya tenido. La mayoría de los médicos requieren que se tome al menos una o dos semanas de descanso, pero nuevamente, eso depende de su médico.