Desafíos de la alimentación...
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El primer año de vida de un bebé es siempre un reto, y uno de los mayores es lidiar con sus problemas estomacales. Los estómagos de los bebés son muy sensibles, por lo que se recomienda solo leche materna o fórmula infantil hasta que cumplan un año. Muchas personas están familiarizadas con los cólicos en los bebés, pero existen otros problemas estomacales que pueden ocurrir y analizaremos cada uno de ellos con más detalle.

1. Cólico

Los cólicos suelen comenzar alrededor de las dos semanas de vida y alcanzan su punto máximo alrededor de las seis semanas. A los cuatro meses, normalmente desaparecen. Se caracterizan por un llanto constante en un bebé que, por lo demás, está sano y suelen durar unas tres horas al día, tres o más días a la semana. También suelen durar un mínimo de tres semanas, y estas estadísticas demuestran por qué los cólicos son tan difíciles tanto para la madre como para el bebé.

Si su bebé tiene cólicos, programe una revisión para que el médico pueda descartar algo grave. Cada bebé es diferente, pero para controlar los cólicos en los bebés, pruebe una o más de las siguientes opciones: un masaje suave, algún tipo de movimiento, como estar en un columpio, algún zumbido, como el de la secadora de ropa, envolverlo bien con una manta o ponerlo en una posición diferente.

2. Estreñimiento

Como regla general, los bebés deben evacuar hasta diez veces al día, pero esa cantidad se reduce a una vez cada cuatro o cinco días una vez que tienen ocho semanas de edad. En la mayoría de los casos, el estreñimiento puede ocurrir cuando se introduce un nuevo alimento o cuando se hace la transición de la leche materna o de fórmula a la leche normal. Las bolitas de caca duras y diminutas pueden indicar estreñimiento, y el médico puede recomendar jugo de ciruelas pasas o incluso un supositorio infantil.

3. Enfermedad por reflujo

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es dolorosa y es posible que tu bebé la padezca si llora después de comer o comienza a toser o a tener arcadas. Si estás preocupada, es necesario que el bebé vea a un médico. De lo contrario, asegúrate de que el bebé se mantenga en posición vertical durante un rato después de cada comida con la cabeza elevada. Cuando se trata de lidiar con el reflujo del bebé, los eructos frecuentes del niño también pueden marcar una gran diferencia.

También debe estar atento a síntomas como coloración azulada de la piel o dificultad para respirar. Si ocurre cualquiera de estas cosas, debe buscar atención médica de inmediato.

4. Diarrea

La diarrea se caracteriza por deposiciones blandas y acuosas, pero lo primero que hay que recordar es que, si estás amamantando, este tipo de deposiciones es normal. Sin embargo, si las heces son demasiado acuosas o blandas, puede provocar deshidratación. Los bebés se deshidratan con bastante rapidez, por lo que es buena idea estar atentos a esta afección. Si la diarrea dura más de tres días, hay que llevar al bebé al médico.

También debes hacer dos cosas si tu bebé tiene diarrea. La primera es darle más líquidos, es decir, más leche materna o fórmula. La segunda es darle plátanos, trocitos de pan tostado y arroz o cereal de arroz si está comiendo alimentos sólidos. Además, asegúrate de que el bebé moje al menos cuatro o cinco pañales al día.

5. Regurgitación

La mayoría de las veces, cuando los bebés regurgitan se debe a una de dos cosas: a que se les ha alimentado demasiado o demasiado rápido. Tanto si le estás dando el pecho como si le estás dando el biberón, es una buena idea parar a mitad de la alimentación y hacer eructar al bebé para que no coma demasiado de una sola vez. Si tienes problemas con los eructos, intenta hacerlo eructar en diferentes posiciones, como por ejemplo inclinándolo hacia delante mientras permanece erguido o acostándolo boca abajo mientras lo haces eructar.

Además, llévelos al médico inmediatamente si no aumentan de peso, vomitan con fuerza o su coloración se ve un poco azulada.

6. flatulencia general

En lo que respecta a los problemas de estómago en los bebés, uno de los problemas de alimentación infantil más comunes es la flatulencia generalizada y, si bien un poco de gas no es perjudicial, puede hacer que los bebés se sientan mal. Si su bebé se retuerce, llora y tiene el vientre distendido, es posible que tenga gases. Una de las cosas más fáciles de hacer es colocar al bebé boca arriba y doblar suavemente las piernas para que se empujen hacia el estómago. Hágalo muy lentamente para obtener mejores resultados.

Si su bebé tiene gases constantemente, es hora de llevarlo al médico porque los gases pueden ser severos y usted no quiere que su bebé tenga dolor por tanto tiempo.

Conclusión

Algunos de los problemas más comunes de alimentación del bebé incluyen flatulencia, cólicos, reflujo ácido, diarrea, estreñimiento y vómitos. Afortunadamente, existen herramientas sencillas que puedes usar para mejorar todas estas afecciones. Aun así, nunca dudes en buscar la ayuda de tu pediatra si los síntomas persisten durante mucho tiempo o parecen más graves.


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