“¿Qué le conviene al bebé?”...
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Si ha decidido amamantar a su bebé, ha tomado una buena decisión, ya que en todos los estudios realizados hasta el momento no hay nada que pueda reemplazar a la leche materna. Lamentablemente, muchas mujeres tienen problemas para amamantar, pero eso no significa que deba abandonar sus esfuerzos. Si bien la lactancia materna implica más que simplemente colocar el pecho en la boca del bebé, hay algunas cosas que debe saber al respecto antes de comenzar, y este artículo debería serle de ayuda.

Algunos conceptos básicos

Amamantar con éxito requiere preparación física y mental, pero eso no significa que sea difícil. Algo que debes recordar durante todo el tiempo que estés amamantando es que tu cuerpo necesita un mínimo de 300 a 400 calorías adicionales por día solo para producir leche. Por eso, muchos médicos recomiendan agregar 500 calorías o más por día a tu dieta, y este es uno de los consejos de lactancia más importantes que puedes aprender.

También es importante recordar que hay que empezar a amamantar a tu bebé tan pronto como nazca. ¿Por qué? Porque durante los dos o tres primeros días, tu cuerpo produce calostro y no leche. El calostro es un líquido amarillento que está lleno de toneladas de anticuerpos y, por lo tanto, fortalece el sistema inmunológico del bebé. Esto es algo que la fórmula para bebés no puede hacer, por lo que es un beneficio adicional que puedes transmitirle a tu recién nacido.

El momento oportuno también es importante para una lactancia exitosa, y por “momento oportuno” nos referimos a lo siguiente: si desea que el bebé se acostumbre tanto a la lactancia materna como al biberón, primero debe establecer firmemente su capacidad para alimentarse del pecho, lo que significa no introducir el biberón demasiado pronto en el proceso. Esto se debe a que, en general, a los bebés les resulta más fácil alimentarse con biberón y, si introduce el biberón demasiado pronto, pueden rechazar el pecho.

Por eso se recomienda amamantar exclusivamente al bebé durante un mínimo de tres a cuatro semanas antes de introducir el biberón. De esta manera, el bebé se sentirá lo suficientemente cómodo con el pecho y no preferirá automáticamente el biberón. Después de unas tres o cuatro semanas, es un buen momento para introducir el biberón, preferiblemente un biberón lleno de leche materna.

Otros consejos para recordar durante la lactancia materna

En lo que respecta a los aspectos básicos de la lactancia materna, los consejos mencionados anteriormente son importantes, pero existen otras sugerencias que también aumentan las probabilidades de que la lactancia materna sea exitosa. A continuación, se presentan algunas de las cosas que se deben y no se deben hacer cuando se amamanta a un bebé.

Dos:

  • Amamante cada dos horas al principio. Esto ayuda a aumentar el flujo de leche y le permite producir más para que su bebé tenga suficiente alimento en todo momento.
  • Cambie el pañal del bebé antes de empezar a alimentarlo. En estudios se ha demostrado que los bebés tienden a comer más cuando llevan un pañal limpio y seco.
  • Recuerda que no usar biberones no significa que no haya nada que esterilizar. Lávate las manos, mantente limpia y esteriliza el extractor de leche y el equipo antes de comenzar a amamantar.
  • Asegúrate de descansar lo máximo posible y de comer bien para que tu bebé aproveche al máximo cada toma. Además, bebe ocho vasos de agua al día para reponer los líquidos perdidos durante la lactancia.
  • Coloque siempre toda la areola en la boca del bebé al alimentarlo. Si succiona solo el pezón, puede experimentar dolor o incluso sangrado.

No hacer:

  • Recuerda no tomar ningún tipo de analgésicos si estás amamantando. Cuando estás amamantando, todo lo que tomes para el dolor debe ser aprobado previamente por tu médico.
  • Nunca coma alimentos picantes o que produzcan gases, incluido el brócoli y el repollo, ya que pueden afectar tanto el olor como el sabor de la leche una vez que llega al bebé.
  • No amamantes si te sientes demasiado ansiosa, enojada o nerviosa. Intenta hacer algo para relajarte primero, como tomar un baño tibio o escuchar tu música favorita.
  • Nunca le dé a su bebé nada que crea que lo calmará, como miel, agua azucarada o cualquier producto que contenga glucosa, especialmente antes de la primera sesión de lactancia.

Para la nueva mamá que amamanta, puede parecer que hay muchas reglas que debe respetar, pero si se relaja, aprende algunos conceptos básicos y tiene algo de confianza en sí misma, rápidamente se dará cuenta de que amamantar no es tan abrumador como puede parecer al principio. Además, cuanto más lo haga, más natural y más fácil será para usted y para el bebé.

Por supuesto, deberás consultar con tu médico si tienes alguna inquietud o pregunta sobre la lactancia materna. Si todavía estás en el hospital, es probable que haya un especialista en lactancia en el personal que pueda ayudarte a comenzar, lo cual es invaluable. Lo más importante que debes recordar es confiar en ti misma porque le estás dando a tu bebé un gran regalo. Si tienes en cuenta algunos tipos básicos, puedes convertirte en una profesional de la lactancia materna en poco tiempo.

Conclusión

La lactancia materna es algo natural y se ha utilizado para alimentar a los bebés desde el principio de los tiempos, pero eso no significa que las madres, especialmente las primerizas, no se enfrenten a algunos desafíos en el camino. Mantenerse sana, amamantar con frecuencia, colocar el pecho en la boca del bebé de la manera correcta y consultar con el médico si sientes algún dolor son solo algunos de los consejos que es importante recordar cuando amamantas.

Tenga en cuenta que el especialista en lactancia del hospital y su obstetra son excelentes fuentes de información valiosa cuando la necesita.


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