Los beneficios de la lactancia materna después de los seis meses
Si estás esperando un bebé y has decidido amamantar, deberías sentirte bien con tu decisión. Sin duda, la leche materna es lo mejor y las mujeres que amamantan suelen intentar hacerlo durante un tiempo determinado para ofrecer a sus bebés el mejor comienzo en la vida. Nada puede sustituir a la leche materna en lo que respecta a vitaminas, otros nutrientes y sus capacidades para fortalecer el sistema inmunológico, creadas por la propia naturaleza.
Muchas mujeres intentan amamantar durante un mínimo de tres meses, seis meses o incluso un año, pero ¿existen beneficios reales de amamantar después de los seis meses de edad? Una vez que un bebé llega a los seis meses, necesita algo más que leche materna para sobrevivir, pero esto no significa que la leche materna sea innecesaria o que no proporcione ventajas reales. De hecho, existen numerosas razones para amamantar una vez que el bebé llega a los seis meses, y a continuación se enumeran algunas de ellas.
1. El bebé continúa recibiendo los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse
El hecho de que tu bebé necesite alimentos sólidos alrededor de los seis meses no significa que deje de beneficiarse de la leche materna. La leche materna sigue siendo rica en nutrientes y en anticuerpos que fortalecen el sistema inmunológico del niño, y eso no se detiene solo porque el niño alcance cierta edad. Incluso la mejor fórmula del mercado no proporciona los mismos beneficios nutricionales que la leche materna, por lo que cuanto más tiempo amamantes, más tiempo aprovechará tu hijo los beneficios de la leche materna.
Este sistema inmunológico enriquecido que obtienen de la leche materna es especialmente importante porque, a medida que los bebés crecen, están expuestos a más gérmenes y tienen más posibilidades de contraer infecciones y enfermedades. Si sigues amamantándolos después de los seis meses, estarán más preparados para recibir esta exposición sin que les afecte al final. ¡Tendrán un sistema inmunológico superfuerte si sigues amamantándolos!
2. El bebé tiene un riesgo reducido de sufrir varias enfermedades
Los estudios han demostrado una y otra vez que los bebés amamantados, especialmente después de los seis meses de edad, tienen un menor riesgo de sufrir diarrea, problemas estomacales, infecciones de oído, problemas respiratorios y asma. ¿Significa esto que nunca tendrán estos problemas? No necesariamente, pero sí significa que es mucho menos probable que los experimenten. Seamos realistas: cualquier protección que podamos brindarles a nuestros bebés contra estos desafíos es algo bueno.
3. El bebé recibe ayuda más adelante en su vida
La capacidad de fortalecer el sistema inmunológico que proporciona la leche materna, pero que no tiene la fórmula, es tan eficaz que puede ayudarlos más adelante en la vida, reduciendo las probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer y numerosas enfermedades que las personas tienden a padecer incluso cuando son adultas, como asma, diabetes e incluso obesidad.
La obesidad es un gran problema en muchos países occidentales, especialmente en Estados Unidos, pero la leche materna contiene todo lo que el bebé necesita para mantener un peso saludable y nada que no necesite, por lo que sus probabilidades de evitar ciertas enfermedades son mucho mayores.
4. La mamá tiene un riesgo reducido de padecer ciertas enfermedades
Cuando la madre amamanta durante un largo período de tiempo, sus riesgos de contraer cáncer de ovario, mama, útero y endometrio son mucho menores. Algunos estudios sugieren que si la madre amamanta durante dos años o más, esto puede reducir aún más esos riesgos. En otras palabras, cuanto más tiempo decida amamantar a su hijo, menores serán los riesgos de contraer cualquier tipo de cáncer “femenino”, que son los tipos de cáncer que más asustan a las mujeres.
5. La mamá recibe ayuda para volver a ponerse en forma
Amamantar te ayuda a recuperar tu peso anterior al embarazo de dos maneras. Primero, cada vez que amamantas, el útero se contrae, lo que ayuda a que vuelva a su tamaño anterior al embarazo. A veces, esto puede resultar un poco incómodo o incluso doloroso, pero no debería durar mucho. Segundo, cuando amamantas, quemas alrededor de 500 calorías al día. Entre estas dos cosas, puedes perder peso y conseguir una barriga más pequeña siempre que estés amamantando.
Por eso también se les dice a las madres lactantes que deben agregar entre 300 y 500 calorías por día a su dieta mientras amamantan. Si no lo hacen, su producción de leche puede disminuir o incluso pueden tener problemas de debilidad o mareos. Sin embargo, la mayoría de las madres no tienen problemas en agregar calorías a su dieta, ¡especialmente porque no les hace ganar peso!
6. La mamá tiene menos probabilidades de sufrir depresión posparto
La depresión posparto es algo que sufren muchas madres primerizas y en parte se debe a las hormonas. Si amamantas, tus hormonas tienden a estabilizarse por sí solas y muy lentamente, en lugar de cambiar instantáneamente como sucede cuando no amamantas.
Debido a que se estabilizan tan lentamente, el cuerpo se adapta mejor a la fase posterior al embarazo; por lo tanto, la probabilidad de sufrir depresión posparto es mucho menor. Si amamantas y sufres depresión posparto, no será tan grave como puede ser en el caso de las mujeres que usan fórmula.
Esta es otra razón más para amamantar durante un largo período de tiempo. Cuanto más tiempo amamantes, más tiempo tardarán tus hormonas en estabilizarse, lo que significa que tendrás menos riesgos de sufrir depresión posparto grave o depresión que dure mucho tiempo. Cuando amamantas durante seis meses o más, tu cuerpo se adapta con más calma al posparto en lugar de apresurarse, lo que es bueno para la madre de muchas maneras, tanto física como emocionalmente.