¿Son efectivos los parches contra la fiebre en los niños?
Cuando tienes un hijo enfermo en casa, ayudarlo a recuperarse puede ser un trabajo de tiempo completo. Una vez que hayas determinado si necesita atención médica o no y lo hayas instalado en casa, tienes que pensar cómo mantenerlo cómodo y brindarle apoyo mientras supera su enfermedad.
Si bien a veces es necesario tomar medicamentos o recibir atención médica, muchas enfermedades infantiles comunes se pueden superar con un poco de paciencia y cuidados en el hogar. Los parches contra la fiebre son solo una forma de mantener a sus hijos cómodos y bajarles la fiebre de forma natural.
¿Cuál es el propósito de la fiebre?
Puede resultar fácil pensar en la fiebre como una enfermedad, pero en realidad no es así. La fiebre es simplemente un signo o síntoma de la lucha del cuerpo para superar una enfermedad o infección. La fiebre, en realidad, cumple la función de estimular las defensas que tiene el cuerpo, como utilizar los glóbulos blancos, para combatir y destruir la causa de la enfermedad o infección.
Si bien la fiebre es útil para el cuerpo como una forma de estimular los mecanismos de defensa corporales, puede volverse incómoda a medida que aumenta, y las fiebres que se elevan demasiado durante mucho tiempo pueden causar daños al cuerpo y al cerebro.
Las fiebres que incomodan a su hijo deben tratarse. Sin embargo, es importante recordar que solo está tratando los síntomas de malestar causados por la fiebre y que en realidad no está combatiendo la enfermedad subyacente simplemente bajando la fiebre en sí.
Cuándo buscar atención médica para la fiebre en los niños
En el caso de los niños de todas las edades, se considera fiebre una temperatura corporal de 100,4 grados Fahrenheit o superior, cuando se toma por vía rectal o en el oído. Cuando se mide la temperatura debajo del brazo, se considera fiebre una temperatura superior a 99 grados Fahrenheit.
Debes llamar a tu médico si tu hijo tiene más de 2 años y tiene fiebre que dura más de 3 días. También debes llamar si tu hijo tiene fiebre que dura menos de tres días, pero está combinada con otros síntomas preocupantes, como signos de deshidratación o llanto que no se puede aliviar.
Siempre que un niño tenga fiebre de 104 grados o más, debe llamar a su médico e intentar bajarle la fiebre de inmediato. La fiebre prolongada de 104 grados o más puede causar daños al cuerpo.
Formas de cuidar a un niño enfermo en casa
Aunque hay ocasiones en las que es necesaria la atención médica para las enfermedades infantiles, la mayoría de ellas se pueden tratar en casa. Ayudar a que su hijo se sienta cómodo, asegurarse de que se mantenga hidratado y controlar los síntomas suele ser suficiente para ayudarlo a superar las enfermedades más comunes.
Puede ayudar a su hijo a mantenerse fresco y cómodo vistiéndolo con ropa ligera, dándole baños tibios (evite que tiemble de frío), manteniéndolo hidratado con agua, jugo o paletas de hielo y usando paños fríos para limpiarlo.
Otra forma de mantener fresco a tu hijo sin tener que enjuagar constantemente un paño frío es usar un parche para la fiebre. Estos parches se pueden colocar directamente sobre la piel y ayudarán a refrescarlo y aliviarlo durante hasta 8 horas sin necesidad de reemplazarlo.
Los parches antifebriles MomMed para niños son seguros para pieles sensibles y se pueden usar junto con otros medicamentos para reducir la fiebre, como acetaminofeno e ibuprofeno, ya que no contienen medicamentos.
5 formas en las que puedes usar parches contra la fiebre para mantener cómodo a tu hijo:
1. Bajar la fiebre
Al colocar un parche antifebril MomMed en la frente, las muñecas u otras áreas de su hijo, podrá ayudar a enfriar su cuerpo y bajar la fiebre.
2. Alivia los dolores de cabeza
Como herramienta para aliviar los dolores de cabeza, los parches para la fiebre se pueden colocar en la frente, la nuca o las sienes. Los parches se pueden cortar a medida para que se adapten a cualquier lugar que ayude a aliviar la tensión del dolor de cabeza.
3. Alivia el dolor de muelas
Los dolores de muelas son terribles incluso para los adultos. Para los niños, cuyos dientes siempre parecen estar creciendo o cayéndose, el dolor puede ser una distracción y frustrante. Enfriar la zona con un parche para la fiebre puede ayudar a desviar la atención de la incomodidad y aliviar los dolores de muelas.
4. Evite los golpes de calor
A los niños les gusta jugar intensamente, ¡incluso cuando hace calor! Ayúdelos a mantenerse seguros y frescos envolviéndoles tiras de parches contra la fiebre alrededor de las muñecas o aplicándoles un parche en la nuca o en otras zonas que les resulten cómodas.
5. Calma los músculos
Los niños siempre corren y saltan de las cosas, lo que puede provocar dolores musculares y otros golpes y moretones. Los parches antifebriles de MomMed son lo suficientemente seguros como para usarse en todo tipo de dolores, sin tener que preocuparse por los efectos secundarios.
Reflexiones finales
La infancia está llena de enfermedades, golpes y contratiempos comunes. Sepa cuándo llamar a su médico y qué síntomas son preocupantes. Cuando se trate de una enfermedad en casa, intente mantener a su hijo lo más cómodo posible y bien hidratado. Vigile de cerca sus síntomas hasta que se recupere.
Los parches contra la fiebre MomMed son un excelente producto básico para tener en su botiquín médico casero, ya que pueden ayudar a bajar la fiebre, brindar alivio para golpes y moretones, y son una opción segura y sin medicamentos para niños y bebés.